martes, 3 de abril de 2018

LA LAGUNA ENCANTADA


La laguna de la niña encantada

- Leyenda Mapuche -




Hace mucho tiempo, en un viejo poblado de Mendoza, vivía una hermosa princesa mapuche llamada Elcha (espejo).
Era una mujer increíblemente bella, el orgullo de todos los habitantes de la tribu.
El cacique tenía una vieja contienda con una tribu vecina, donde Elcha tenía un buen amigo.
Con el correr del tiempo esa amistad se convirtió en un amor verdadero, tan sólido como los rayos del sol y tan puro como los destellos de la luna que alumbra las noches mágicas del hermoso lugar.
Los tiempos que corrían eran muy difíciles, el clima, las cosechas, la economía… no se podían dar el lujo de estar enemistados con la tribu vecina, ya que juntos podían hacer frente al desequilibrio que estaban sufriendo en esos tiempos complicados, pero había un problema: la enemistad de las familias.
La hechicera de la aldea sugirió olvidar sus causas y tratar de entablar una relación con sus vecinos, la mejor manera era unir en matrimonio a ambos herederos, es decir que la hermosa Elcha debía aceptar por esposo al hijo del cacique vecino.
La hechicera se encargó de reunir a ambos caciques en una reunión muy amena, se pusieron de acuerdo y fijaron la fecha para la celebración.
Cuando Elcha fue informada de la decisión de su padre, la idea de matrimonio no le causó ninguna gracia y le informó a su padre que su corazón tenía dueño, pero el cacique debía cumplir su palabra e hizo caso omiso a este comentario.
Pronto la noticia del casamiento corrió en la aldea vecina, al escucharla el joven indio muy enamorado tomó una decisión para rescatar a su amada, fue así que el día anterior a la boda tomó dos caballos de la tribu, buscó a su amada y escaparon rumbo al norte.
Los caciques pronto se enteraron de la huida y ambas tribus comenzaron la búsqueda de la pareja de fugitivos, ya que la celebración de la boda debía cumplirse como estaba pactado al llegar la noche.
La persecución dio comienzo, en ese mismo instante se escondió la luna y se desató una gran tormenta; rayos, truenos y una densa lluvia azotaban el lugar; esto no detuvo a las tribus, que poco a poco se acercaban a los fugitivos.
En la oscuridad de la noche tormentosa los jóvenes equivocaron el camino dirigiéndose a un gran barranco, de repente un gran corte en la tierra detuvo sus caminos, al mirar hacia abajo pudieron ver los reflejos de la noche en los espejos de agua de la laguna. Un gran rayo cayó iluminando todo el lugar y pudieron ver a los guerreros que los tenían acorralados.
La única opción para la pareja de enamorados era saltar a la aguas de la laguna y sin mucho pensar los jóvenes se arrojaron al agua.
La primera en llegar al borde del precipicio y asomarse a ver, fue la hechicera de la aldea, en ese instante cayó un rayo sobre ella dejándola petrificada; los guerreros muy temerosos se acercaron al borde y pudieron ver el reflejo de la hermosa Elcha.
Desde ese día y hasta la fecha se pueden observar los reflejos de Elcha y de la bruja petrificada, por esta razón los moradores del lugar la llaman “La laguna de la niña encantada”.




Esta leyenda tiene sus orígenes en la laguna de Malargüe (Molles, pcia. de Mendoza).
Esta bellísima laguna que se encuentra a 8 km. del Centro Termal Los Molles, ha sido siempre una inagotable fuente de inspiración para la imaginación popular de la zona, que rodea de misterio el lugar. Rocas basálticas negras, propias de los procesos volcánicos, hacen de mágico marco a su lecho, poblado por una enorme variedad de especies ictícolas.






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