martes, 3 de abril de 2012

DORMIR AL SOL


CINE: DORMIR AL SOL

El director de este film, Alejandro Chomski, tiene un corto denominado: “Escape al otro lado” (1993) basado en un cuento de Adolfo Bioy Casares que se denomina : “Planes para una fuga a Carmelo”.

En el transcurso de esa filmación surgió la posibilidad de filmar esta película que se ha estrenado ahora. El escritor apoyó este plan pero hubo ciertos inconvenientes y en 1999 falleció y el proyecto fue dejado de lado temporariamente.

Después de ciertas dificultades Chomski logra poner en marcha esta idea..

Se trata de una comedia absurda en torno a la pequeña existencia, sin posibilidades de elegir otra, de una pareja constituída por Lucio Bordenave- relojero, ex bancario- y su esposa Diana- ama de casa de nombre significativo en la trama- protagonizados por Luis Machín y Esther Goris, respectivamente. Ambos viven en Parque Chas, lugar laberíntico y circular que tiene mucho que ver con el argumento. Corren los años cuarenta.

El conflicto gira en torno a la aparente depresión de ella y todo lleva insensiblemente a que la joven sea internada para su tratamiento, en una inquietante clínica de la zona, donde se le aplicará el método denominado “almagración”, un tipo de cirugía cerebral.

Los espectadores informados pueden comenzar a asociar este comienzo, con las primeras películas de David Cronemberg, pero es puramente casual

En suma, el protagonista, con su sensatez y adoración por su mujer, trata de “poner en hora”, y en su lugar, los acontecimientos y el desborde de los que lo circundan, incluida la siniestra familia de ella, pero los sucesos van tomando un sendero cada vez más lindante con lo fantástico, siempre dentro del escenario intrincado de Parque Chas.

Hasta aquí se puede contar porque no es posible atentar contra la magia del suspenso.

Aparte de la solvencia actoral, otro acierto principalísimo lo constituye la pintura de época, el retrato de las costumbres imperantes y los edificios del momento en el que se desarrolla la acción, perfectamente elegidos.

Recordemos que Bioy Casares fue una personalidad ligada al cine al que contribuyó con su literatura. Su primera colaboración (1950) fue en “El crimen de Oribe”, versión de su novela “El perjurio de la nieve”, dirigida por Leopoldo Torres Ríos y Leopoldo Torre Nilsson. En los años 60, con Borges, contamos con “Invasión”, consagratorio y mítico film de Hugo Santiago, elogiado por Georges Sadoul, entre otras personalidades.

Otro film con Borges fue “Los orilleros” en 1978, realizado por Pablo Luna.

“Otra esperanza” (1984-92) es un film que transcurre en un siniestro sanatorio, donde esta vez se usa el dolor como fuente de energía. Fue invitada al Festival de Berlín. Y su directora – Mercedes Frutos- no pudo trasladarla por problemas económicos.

Una notable visión anticipatoria de la segregación hacia los viejos se da en “La guerra del Cerdo”.Gran sabiduría en el guión que no fue del todo aprovechado por Torre Nilsson (1975).

Ponemos especial énfasis en “El sueño de los héroes” (1997) dirigida por Sergio Renán, que fue una hermosa película con un final de imponente belleza e inédito elenco.

Paradójicamente, el libro más significativo de Bioy Casares, realmente una obra maestra cual fuera “La Invención de Morel”, nunca fue abordado por el cine. Quizás sea dificultoso su traslado, aunque vimos una hermosa versión teatral con enormes títeres en el Centro Cultural Borges, a la que asistiera el autor, ya en sus últimos tiempos.

Martha Silva

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