miércoles, 19 de enero de 2011

BARRIOS DE BUENOS AIRES SATURADOS DE EDIFICIOS


Barrios porteños saturados de edificios sin redes de servicios en condiciones

Desde 1998 al año 2009, en la ciudad de Buenos Aires se construyeron 19.669.379 de metros cuadrados en edificios residenciales y comerciales, crecimiento que no fue acompañado por obras de renovación y ampliación en las redes de servicios, especialmente, en las de agua y cloacas. Al menos cinco barrios de la ciudad se encuentran en situación crítica por la saturación de construcciones que carecen de redes en condiciones para soportarlas.

Gustavo Desplats es el presidente de la ONG Protocomuna Caballito y desde 1998 activa por la solución de un problema que, denuncia, ha llevado a una vasta zona de la ciudad al borde del colapso.

-Al revisar normativa y políticas para la construcción de viviendas en la Ciudad de Buenos Aires, uno se encuentra con un fondo de continuidad a través de los últimos 40 años que no deja de sorprender. ¿Ud. Comparte esta lectura?
Si, es así: hay una dinámica dada por un modelo constructivo que se impone con el proceso y la nefasta gestión de Cacciatore: el modelo de la mega ciudad, de una Buenos Aires-San Pablo, con 8 millones de habitantes. Pero es importante entender que los procesos y mecanismos desreguladores y pro mercado que manejaron las ideas políticas de la década de los 90 y que fueron la continuidad con el modelo de ciudad de la dictadura, se consolidaron en la Ciudad de Buenos Aires con los cambios de normativa que ocurrieron en el año 2000. Lo que acelero de manera significativa los tiempos.

-¿Cuáles fueron esos cambios?
Hay que entender la situación: en el año 2000 la Argentina se encontraba en uno de sus momentos más difíciles. Meses y meses de recesión. Esa circunstancia fue aprovechada por los lobbies de la construcción para presionar a la Legislatura: ”si no modifican y hacen mas fácil las cosas nada más se va a construir". Y, lamentablemente, el dos de agosto de 2000 la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sanciona la Ley 449, el Código de Planeamiento Urbano y la modificación de la Ley de Impacto Ambiental.

El Código, sancionado sin la existencia de un plan Urbano Ambiental, lo que rompió la lógica del árbol legal institucional, debía ser una mera recopilación ordenada de centenares de ordenanzas. Un compendio que permitiera clarificar mucha normativa dispersa. Pero en su confección se realizaron numerosas modificaciones, siendo una de las más negativas la incorporación a zonas de alta densidad, como son las R2A1 y R2A2, de sectores de la Ciudad donde hasta ese momento sólo se podían construir no más de 4 pisos. En esos lugares, con la nueva normativa, se permitió construcciones que en un único lote pueden llegar a tener de 8 a 10 pisos pero que si se suman parcelas, casi no hay límites de altura y por lo tanto da lugar a que en un barrio de casas se pueda construir una torre de 34 pisos. A ello se sumó la modificación de la Ley 123 que excluyó a la construcción de las cuestiones de impacto ambiental.

-¿Cómo se la excluyó?
El modo de excluirla fue diferenciando las actividades prohibidas, por un lado, y por otro, estableciendo tres niveles de impacto: a) impacto bajo o poco relevante; b) impacto medio; c) impacto relevante. Concluyendo, la construcción pasó a no ser considerara como generadora de impacto.

-Sin embargo, existe un límite en metros cuadrados para medir impacto ambiental. ¿Cómo es eso?
Ocurrió que desde el Ejecutivo se modificó el umbral a partir del cual se estudian los impactos ambientales que podrían ocasionar la obra misma, subiéndolo de "a partir de 2000 m2" a "a partir de 10.000 m2". 5 veces lo que la costumbre marcaba. En resumen, la ley 449 y la ley 452
modificatoria de la 123 abrieron la puerta a un modelo constructivo con gran capacidad de daño para la calidad de vida de los vecinos de la ciudad.

- ¿Qué efectos produjeron esas leyes?
Hay que recordar que las dos leyes fueron sancionadas el mismo día. Antes de que existieran, la actividad constructora era escasa: en 2002 se permisaron 214.000m2. Al año siguiente, 1.100.000 y en el 2006 2.600.000 m2. Las condiciones para la aplicación efectiva de las leyes se hicieron efectivas al final del 2002. En el caso de Villa Urquiza, la realización de la infraestructura de la línea de subterráneos fue el detonante. La incidencia de obras en un número limitado de cuadras de las estaciones actuales o proyectadas, representa un porcentaje mayoritario de todas las permisadas y construidas en el barrio.

- Ud. describe un modelo de desarrollo urbano inercial, es decir prosigue lo existente. ¿Qué es lo existente?
El mercado. Así es que la primera intervención para rescatar a la ciudad de la inercia del mercado ocurrió en diciembre de 2006, cuando el Ejecutivo, mediante el Decreto 1929/06, suspendió la entrega de permisos de obras en 6 barrios porteños (Palermo, Villa Urquiza, Villa Pueyrredon, Caballito, Coghlan y Nuñez). Asimismo pidió a las empresas de servicios la realización de estudios de sus redes. El informe de la empresa AYSA dio un resultado muy comprometedor sobre el estado la las redes de provisión de agua y saneamiento cloacal de Palermo, Villa Urquiza, Villa Pueyrredón, Caballito y Coghlan, mostrando que en Núñez no se presentaban daños significativos.

En cambio en los otros barrios, algunos tramos de los conductos de provisión de agua presentaban disminuciones de 60 al 80 de su capacidad y no estaban en condiciones de soportar ni la demanda inmediata. En el caso de los cloacales se encontraron perdidas del orden del 40%. En ambos casos contaminando la tierra y las napas de los acuíferos.


-La suspensión de entrega de permisos de obras tenía un plazo de noventa días. ¿Que ocurrió al vencimiento?
Ante la dramática situación ambiental constatada, el Gobierno de la Ciudad dictó el Decreto 220/07 por el que reconoce la situación y crea un procedimiento especial para la entrega de permisos de obra en los cinco barrios.

Se realiza un convenio con AYSA para la realización de obras por 270 millones de pesos que suman más de 300 kilómetros de cañerías y conductos. Lamentablemente hoy después de casi 4 años nada de eso se realizo. Pero en cambio se permitieron millones de metros cuadrados de construcciones en estos barrios. Especialmente en el barrio de Villa Urquiza, en donde los mismos datos de la Ciudad aportados a la empresa AYSA prevén un incremento de la población en 10 años de más del 50%, Lo que es una barbaridad en cualquier lugar del mundo.

Pero mucho más en una ciudad como Buenos Aires con crecimiento casi vegetativo y sin cambios significativos en su población desde hace más de 60 años: en los últimos 10 años creció un 4,1% y en Villa Urquiza creció 12 veces más que el promedio de la Ciudad, lo que es una demostración de la falta de planeamiento y el papel desastroso del mercado como guía de la construcción, con el abandono del Estado como planificador.

1 comentario:

Anónimo dijo...

buena entrada!! la verdad que hace muy poco que me vine a vivir a un alquiler temporario en capital federal y no puedo creer lo que es el centro, esta lleno de edificios.. no estoy acostumbrado a eso. pero estoy contento igual!