sábado, 7 de marzo de 2009

EDITORIAL MARZO 2009

Semino, el plan canje y los jubilados


EDITORIAL Nº 171 – MARZO/09

La nueva Ley de Movilidad Jubilatoria resultó ser un fiasco, una decepción más para los jubilados que siguen castigados desde el gobierno de Menem, aquél que los despojó de un plumazo de toda posible actualización.
Especifica la Ley que los reajustes se efectuarán en base a dos índices combinados: salarios y recaudación, “el que resulte menor”, o sea el que más perjudique a los mal llamados “pasivos”. No olvidemos que todos los índices elaborados por el INDEC están bajo sospecha.
Durante todo el año 2008 los jubilados sólo recibieron un 15% de aumento, cuando el real costo de vida trepó al doble, y gremios como Camioneros consiguieron mejoras (en blanco y en negro) que se acercaron al 30%. ¿por qué entonces sólo el l5% a los jubilados?.
Para el año 2009 las expectativas no son mejores. Se acordó un 11% y monedas desde marzo, sin especificarse en base a qué cálculo, ¡una miseria! Al decir del Defensor de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires, Eugenio Semino, “hace falta una recomposición salarial que le devuelva al jubilado el poder adquisitivo del año 1992, y a partir de allí aplicar la presente ley”. Acertadas palabras las de Semino, que el Poder Ejecutivo debe tener en cuenta.
Este tema traerá como resultado miles y miles de nuevos juicios, con el consiguiente colapso de la Justicia.
Todo se agrava cuando quedan fuera del famoso “canje en cuotas” para electrodomésticos, los jubilados mayores de 68 años (unos tres millones), en razón de que las compañías de seguro no los cubren por haber excedido la perspectiva de riesgo. ¡Una canallada! Téngase en cuenta que las empresas (éstas sí en riesgo, y no por culpa de los jubilados) se beneficiaron con el salvataje de la ANSES: ¡todo un despropósito!
Y respecto a este salvataje vale alguna reflexión. ¿Por qué en lugar de producir coches, las automotrices no se reconvierten y fabrican colectivos y vagones para ferrocarriles y subtes? Se deben recuperar los 35 mil kilómetros de vías de la época de oro del ferrocarril, también destruido por Menem.
En cuanto a los subtes, se hace necesario un plan para extender sustancialmente la actual red, y si Macri se niega a hacerlo, que lo haga la Nación. Este tipo de transporte subterráneo es la única solución en Buenos Aires para un futuro que no está tan lejano.
Los grandes empresarios reclaman…el campo reclama… todos pretenden salvarse con los fondos de los jubilados, mientras éstos están “en la lona”. Cuando a aquellos les va bien, se llenan sus enormes bolsillos, cuando les va mal, la sociedad toda tiene que auxiliarlos. De lo contrario amenazan con despidos masivos.
La situación no da para tanto; ya existe una recesión, con salarios y jubilaciones famélicas. ¿Se puede pretender entonces ganaderos gorditos y pujantes?
Mientras tanto la auto-proclamada “oposición” se aglutina en una santísima trilogía ¡de terror!: Solá, Macri y De Narváez, ¡vergonzoso! Si no puede salvarnos Dios, que nos salve Satanás.

Hasta la próxima

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